25N Día Internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer

Imagen: Freepik

“Escuché “violencia de género” e imaginé a una mujer. Imaginé a una mujer que sufre, demasiadas veces en silencio, atrapada en una relación perversa con un hombre que dice que la quiere a la vez que la hiere, que la cree de su propiedad, que la manipula, la ningunea, la desacredita, la aleja de sus seres queridos, la golpea, la insulta.

¿Y si ese hombre es también el padre de sus hijos, de sus hijas?

Y me pareció ver a una niña, o quizá era un niño, da igual. La vi observando desde una esquina como esa persona a la que llaman papá grita e insulta a mamá, la empuja, la amenaza… mientras le recuerda lo poco que vale esa persona que para ella es todo… se hace un lío, le duele la cabeza, no sabe por qué mamá y papá están discutiendo, ella quiere a los dos pero todo es confuso, hay un nudo dentro de su estómago y ahora sólo quiere huir, escapar, desaparecer. Nadie explica nada, sólo hay ruido y lágrimas, y miedo, mucho miedo. Papá se va dando un portazo y allí queda mamá, como inerte, con la mirada perdida. Esa niña necesita que la abracen  pero esa mamá no puede hacerlo porque está congelada, hay demasiado dolor para poder contener su propio miedo, su nudo en el estómago. Ser madre es complicado cuando estás rota por dentro.”

Este es un relato ficticio basado en realidades de las que soy testigo en mi trabajo como terapeuta en la Fundación Meniños, a través del cual pretendo sensibilizar y recordar que la tragedia de la violencia de género no afecta sólo a las mujeres, afecta también a las madres y por ende a los hijos e hijas. 

La exposición a la violencia de género es la forma menos reconocida de maltrato. Las niñas y los niños expuestos también son víctimas, y a menudo no son vistos. El maltrato golpea emocionalmente y afecta estructuralmente a los seres humanos en desarrollo. Además, la ausencia de intervención con TODAS las víctimas perpetúa el ciclo y lo cronifica generación tras generación.

Desde la Fundación Meniños somos conscientes de la relevancia de diseñar intervenciones que ayuden a los niños y a las niñas víctimas de violencia de género a reparar las consecuencias del daño generado por estas situaciones y promover su bienestar, autorregulación, así como su resiliencia cognitiva, conductual, emocional y relacional; al mismo tiempo que se previene la instauración de patrones perversos que perpetúan la violencia. Para lograr este objetivo y con el apoyo de la Consellería de Igualdade, hemos apostado por ampliar los recursos y el alcance nuestro programa de intervención con víctimas de violencia de género, que comenzará a desarrollarse por las cuatro provincias gallegas a partir de enero de 2025. Esperamos que este sea el comienzo de un camino que ayude a promover una sociedad con menos violencia y con más conciencia. 

Zaida Robles
Coordinadora
Programa de Atención a Víctimas de Violencia de Género

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