Cambios cerebrales y maternidad

imagen: pixabay.com

Cavilaciones en la etapa del posparto

Cuando las madres nos dicen en el posparto cosas como:

  • “Parece que me olvido de todo”.
  • “No sé donde tengo la cabeza”.
  • “¿Pero en que estaré pensando, que no me acordé”?
  • “Se me ha quedado la cabeza vacía”. 

Son momentos en los que las madres se sienten mal, poco válidas, torpes, inseguras, y muchas veces no se sienten ellas mismas. Y esto es una experiencia muy repetida en esta etapa de la maternidad. 

No se reconocen en su cuerpo, en su mente, en la sociedad, en la familia, en el trabajo… todo ha cambiado. Incluso el propio sentir, porque aunque aparentemente todo el entorno sigue igual, la madre suele percibirlo distinto.

Los cambios que se producen en el cerebro tras el parto

Parte de esta sensación de cambio, de no reconocerse, nace de los cambios neurológicos necesarios para la adaptación a la maternidad y a la crianza. La plasticidad neuronal es una realidad que también construye las maternidades, algo totalmente necesario, y lejos de ser algo que nos deja sin herramientas, este cambio del cerebro en la maternidad es casi mágico. 

Nos permite estar atentas a las necesidades de los bebés, conectadas con el instinto que nos aporta información necesaria para la crianza, priorizar al bebé y su supervivencia y ser mucho más eficientes cuando estamos en el centro del huracán que puede ser la crianza.

Según diversos estudios, el cerebro de las madres se adapta a las necesidades de sus hijos, aumentando la capacidad de empatía, la memoria y el aprendizaje. Estos cambios se producen tanto a nivel hormonal como estructural, y pueden durar años después del parto.

La empatía es una habilidad esencial para cuidar de un bebé, ya que permite interpretar sus señales y responder a sus emociones. El cerebro de las madres libera oxitocina, una hormona que favorece el vínculo afectivo y la sensibilidad social. Además, se activan más las regiones cerebrales relacionadas con la teoría de la mente, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar del otro.

La memoria y el aprendizaje también se ven potenciados en el cerebro de las madres, ya que tienen que recordar mucha información sobre el cuidado y el desarrollo de sus hijos. El cerebro de las madres aumenta el volumen de materia gris en áreas como el hipocampo, que está implicado en la memoria a largo plazo. Asimismo, se produce una mayor plasticidad neuronal, que facilita el aprendizaje de nuevas habilidades.

¿Aún no os parece útil y maravilloso el cambio en nuestros cerebros?

En el Programa de Atención Perinatal para Madres en Dificultad Social cada día miramos con admiración esa transformación y apoyamos a cada una de esas madres que no se sienten ellas para favorecer que se valoren y reconozcan”.

Datos curiosos de los cambios del cerebro durante el embarazo

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