Cuidando la Salud Mental Materna
“Para criar a un niño hace falta una tribu entera”.
Proverbio africano
Las personas somos seres sociales. En el mundo en el que vivimos -veloz, frenético- apenas tenemos opción de pararnos a ver que necesitamos ni tampoco nos sentimos en la posición de pedir ayuda a otras personas.
Antiguamente (y actualmente en sociedades menos individualistas) el embarazo y la crianza eran un evento en el que participaba la sociedad en su conjunto. Los beneficios eran innumerables: hay una cultura de la crianza común, existe apoyo emocional y físico para la madre que está transitando un período tan vulnerable, hay un acompañamiento en las emociones.
La individualidad actual provoca que muchas madres no tengan ese espacio en el que sentirse acompañadas, donde poder expresar libremente, sin verse juzgadas, como se sienten con respecto a todos los cambios físicos, psicológicos y emocionales que están viviendo y que implican inevitablemente cambios permanentes en su rutina. Es esencial que las madres se sientan escuchadas para prevenir posibles dificultades futuras.
También lo es que la sociedad dedique tiempo a poner un ojo en la infancia. Cuidar de la salud emocional de los niños y niñas hoy (siempre en relación con su familia) va a favorecer una sociedad futura más sana, altruista y empática.
Cuidar a la infancia es cuidar la salud mental.