Atención perinatal a mujeres en situación de vulnerabilidad social

Atención en el embarazo y después del nacimiento
El conocimiento acumulado por la investigación sobre protección a la infancia en las últimas décadas, apunta a un hecho muy significativo: la relación de apego seguro (incondicionalidad, implicación emocional, disponibilidad y seguridad en la relación establecida con el bebé desde el primer momento) es un factor primordial para garantizar protección de los niños y de las niñas. El desarrollo de esa relación de apego comienza muy temprano, en las primeras semanas de vida. Y por ello las condiciones favorables para establecer esa relación son esenciales y necesarias desde el momento del embarazo.
Apoyo emocional y psicológico en situaciones de vulnerabilidad
Si las condiciones de vida de las madres son desfavorables: mujeres solas, sin apoyo, en situación de precariedad económica, desempleo, aislamiento social, marginación, etc., esta vulnerabilidad social se convierte en un factor de riesgo para una maternidad saludable y para la protección adecuada a los hijos e hijas.
Para evitar el sufrimiento personal de estas mujeres y evitar el riesgo de desprotección de sus hijos e hijas es imprescindible apoyarlas ofreciéndoles la atención psicosocial adecuada:
¿En qué consiste el programa de atención perinatal?
- Acompañamos a las mujeres en esta etapa importante de su vida en el desarrollo de un espacio de sintonía con las necesidades de sus hijos e hijas desde el embarazo hasta el año y medio de vida.
- Generamos un espacio de cuidado psicológico para las mujeres embarazadas que permita rebajar los niveles de estrés, promover la resiliencia marental y generar un espacio de cuidado y buen trato que facilite la creación de las condiciones prenatales y de posparto adecuadas para la generación de un vínculo afectivo sano con los y las bebés.
- Desarrollamos talleres de cuidado psicosocioeducativo para trabajar el vínculo con los hijos e hijas desde el embarazo hasta los 18 meses de edad de los y las bebés.
- Prevenimos y detectamos posibles problemas emocionales y de desarrollo de niños y niñas encauzándolos a los circuitos de cuidado específico…
- Prevenimos la entrada de bebés en el sistema de protección, reduciéndola.
